Si decides quedarte conmigo, prometo no pedirte nada.

No te voy a pedir que me des un beso. Ni que me pidas perdón cuando creo que lo has hecho mal o que te has equivocado.

Tampoco voy a pedirte que me abraces cuando más lo necesito, o que me invites a cenar el día de nuestro aniversario.

No te voy a pedir que nos vayamos a recorrer el mundo, a vivir nuevas experiencias, y mucho menos te voy a pedir que me des la mano cuando estemos en mitad de esa ciudad.

No te voy a pedir que me digas lo guapa que voy, aunque sea mentira, ni que me escribas nada bonito.
Tampoco te voy a pedir que me llames para contarme qué tal te fue la noche, ni que me digas que me echas de menos.

No te voy a pedir que me des las gracias, ni que hagas el tonto conmigo cuando mis ánimos están por los suelos, y por supuesto, no te pediré que me apoyes en mis decisiones.

Tampoco te voy a pedir que me escuches cuando tengo mil historias que contarte. Es más, no te voy a pedir que hagas nada, ni siquiera que te quedes a mi lado para siempre…

Porque si tengo que pedírtelo, ya no lo quiero.

Usar esto como un diario

Este será mi diario.

Y el resto es otra cosa que debería servir para porder hacer estas cosas.

Ahora, lo de tener que agregar una imagen siempre. Es un poco toca pelotas.

Lo que sí me está molando es el tema este de autocrear las palabra. Pero claro, tiene que haber contenido y también me servirá para ver las muletillas que pueda tener al escribir.

Y usaré esto como mi diario. Y publicaré sólo esas cosas que considere.

 

También creo que eliminaré el segundo idioma. Esto me llevará mucho trabajo. O sólo traducir el contenido público.

O no traducir. Punto. Cualquier cosa que desee escribir en otro idioma, lo hago y punto.

 

Ahora tengo que eliminar toda la movida de traducción. Que coñazo.